Ojo izquierdo : La esquina de una habitación, con luz expuesta hacia su interior. Del lado izquierdo, una ventana grande con una cortina blanca arremangada, y una pared lisa celeste. De frente, un ropero mal barnizado, en el que cuelga un espejo adornado en dorado. En la cama, con el acolchado arremolinado al final y una sábana de rosas, duerme una perrita anaranjada. La paleta predominante es el celeste, marrón anaranjado y blanco. El peso de la composición está en la perrita, en la esquina inferior derecha, que guía la lectura desde la esquina superior izquierda. |  Tercer ojo: Una esquina de mi habitación. Expuse la luz para el interior del lugar, dejando quemarse el exterior, que se puede ver por la ventana, a la izquierda. En esa dirección está el oeste. El ropero que está en el frente lo barnicé yo, y lo heredé de mi hermano. Ese día me olvidé de chequear que el pincel estuviera limpio, y se colaron unas pinceladas blancas. El espejo también lo heredé, de mi mamá. Originalmente era un marco de portarretrato, pero mi abuelo decidió hacerlo espejo. Lo que sí es mío es la pintura de las paredes, las sábanas y el acolchado. Mi perra Alma descansa sobre mi cama, como todas las mañanas, y me llena de ternura. Esta imagen la saqué tantas veces que ya estudié, a partir de ella, cómo entra la luz en mi habitación a lo largo de la mañana. Llevo haciéndolo dos años. |
Ojo derecho: La esquina de una habitación. Del lado izquierdo, una gran ventana con una cortina anudada. De frente, un ropero con un espejo, y frente a él una cama. Sobre el ropero yacen una incontable cantidad ded cajas. El acolchado en la cama está amontonado, una perra acostada sobre él, dando la espalda a la cámara, las sábanas ordenadas bajo ella. |
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